Míriam

Vengo de Bellas Artes, he pintado y creado arte desde siempre, solo que con vistas a un futuro profesional se me quedaba corto. Yo necesitaba ir más allá, adentrarme en el mundo de la sanación y las terapias. Por sincronías bonitas de la vida y trabajando ya como masajista en Granada, gracias a un cliente, encontré lo que buscaba y me formé en “El Caminante” como Arteterapeuta Humanista Gestalt. También me especialicé como terapeuta en Pareja y Familia, y en Sexualidad y Fertilidad natural. Paralelamente y desde mis inicios muchos años antes me preparé como especialista de Medicina Ayurveda, Masaje Tradicional Tailandés, Maestra Reiki, Reflexología podal, Hipnosis Regresiva, Canalización espiritual y muchas otras técnicas médico-terapeuticas orientales y energéticas. La Astrología, Alquimia, Mística, Magia y mi parte espiritual están presentes en mi vida desde que tengo uso de razón, forman parte de mi, me apasionan y los considero grandes dones y herramientas que he ido desarrollando y estudiando en profundidad a lo largo de mi camino de vida.

He viajado, me he movido y me he mudado, mucho, muchísimo. Siempre buscando y aprendiendo, para crecer y mejorar. Me he pasado más de media vida de viaje, yendo a formaciones (dar y recibir) de punta a punta de España, por mi propio crecimiento personal, estudios y trabajo. He vivido y trabajado en distintas ciudades de España y estas experiencias de vida me han aportado muchísimo. Me han enriquecido y me han hecho crecer como persona.

Tengo el inmenso honor de haber tenido grandes Maestros. A la vez tengo el orgullo de poder decir que soy autodidacta en muchos temas que son parte imprescindible de mi profesión.

Me siento muy afortunada porque me he formado con los mejores ponentes a nivel nacional e internacional y he trabajado con compañeros estupendos, grandes profesionales de inmensa calidad humana de los que también he aprendido muchísimo tanto a nivel profesional como personal. Gratitud infinita y mi reconocimiento sincero a estos grandes Maestros y Maestras de vida, que son tanto de España como de Israel, Rusia, Italia, Francia, Inglaterra, Alemania, Colombia, Argentina, Venezuela, Marruecos, India, Tailandia, Malasia y Bali. Esta gran diversidad cultural de la que he disfrutado, aprendido y de la que por suerte me he nutrido, conviviendo, trabajando, como amistad o como alumna de forma directa, es una gran parte de mi riqueza personal y una de las cosas que mas valoro haber vivido, por la apertura mental que me aporta y el placer de todo lo compartido.

En mi camino he conocido y aprendido diferentes técnicas terapéuticas y maneras de trabajar, de muchas culturas distintas, desde las más ancestrales hasta las más modernas. También he tenido el lujo de trabajar colaborando mano a mano con médicos haciendo diagnósticos y mis tratamientos holísticos. Todo esto son valiosas herramientas y métodos que utilizo para mejorar la salud, potenciar la belleza y para la transformación personal.

Durante todos estos años de trabajo he tenido la oportunidad de investigar con creces, miles de personas han pasado por mis manos en consulta y en formación, por eso he tenido el gran privilegio de poder observar el proceso y progreso de mucha gente. Ver qué obtiene los mejores resultados, qué funciona y qué no. Gracias a todas estas experiencias he ido incorporando nuevas técnicas y perfeccionándome.

Me siento muy agradecida con todas las personas con las que me he cruzado en mi vida, tanto de forma puntual como las que sigo disfrutando, de las que tanto he aprendido y seguiré aprendiendo. Estos encuentros de almas son mi verdadero tesoro.

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Creo en la vida, en el placer y en los apetitos.
Creo en mirar a los ojos, en la sonrisa y en el contacto piel con piel. En conservar nuestro origen cósmico, salvaje, mamífero y ancestral. Amo la naturaleza y sus ciclos, también celebrarlos, tanto en nuestro cuerpo como en nuestra Madre Tierra.

Creo que nuestro mayor don es nuestra individualidad. Mi lema es «Haz de tu rareza tu grandeza». Abogo por ser seres libres, únicos e irrepetibles. Considero que amarnos, respetarnos y celebrarnos diversos, tal como somos, es de lo mejor que podemos llegar a lograr.

Creo en la unidad, en la grandeza humana que trae la igualdad y en el sabernos todos seres semejantes, parte del mismo proyecto llamado Tierra.

Creo en la integración, el respeto y la tolerancia. Y en la tremenda riqueza que trae el sabernos todos únicos, irrepetibles, necesarios y diferentes.

Creo en la belleza de la diversidad cultural, racial, sexual, de género, de creencias, ideologías, filosofías de vida, de pensamiento, de capacidades y de identidad personal.

Creo en el respeto, reconocimiento mutuo, igualdad, colaboración, necesidad urgente de sagrada unión, paz y amor entre hombres y mujeres. Las polaridades son partes de la misma unidad. El camino siempre es unir, no separar.

Creo en el «Cuerpo como Templo». Somos más que piel y huesos, somos sagrada vasija de nuestras memorias. Nuestro cuerpo es sabio y merece ser escuchado, cuidado, respetado y atendido. Cuenta nuestra historia y es el gran vehículo en nuestra experiencia humana. Es una tremenda fuente de inspiración y de auto conocimiento. Es el camino más directo para conectar con lo divino y lograr llegar a estados de conciencia más elevados.

Creo en el gran poder de resurgir de nuestras cenizas y reinventarnos tras grandes tragedias y oscuros episodios de vida. En la valentía de sanar y en la fuerza de reconstruirte. De unir tus pedazos y resurgir de nuevo como el Ave Fénix, siendo una versión mejorada de ti, un ser superior, más luminoso y puro, forjado a fuego, remontando desde las tinieblas con toda la luz que aporta la experiencia vivida.

Creo en la grandeza de los ritos de paso y su inigualable poder sanador en momentos claves de la vida. Actos psicomágicos que se realizan desde tiempos inmemoriales en todas las culturas y que son la puerta del cambio. Marcan un salto de etapa, establecen un compromiso y nos ayudan a establecer con claridad un antes y un después para empezar a construir una nueva vida.

Creo en el crecimiento personal, en la sanación emocional y en la bondad de las personas. En los visionarios, las ovejas negras, los trovadores, los locos y los soñadores. Creo en la revolución, en la fuerza de voluntad, en los valientes, en los buscadores, en la evolución y re-evolución permanente.

Creo en el magnífico y potente poder del amor, de la amistad, de grupo, de la tribu, del clan, de ancestros, de red y de la rejilla cósmica que nos sostiene. Todos somos uno.

Creo en la importancia, reconocimiento, visibilización, normalización y validación de todos los estados emocionales que transitamos en esta vida. En que todos ellos son tremendamente necesarios para nuestra evolución y necesitan espacio para ser expresados en un entorno seguro y de confianza. Creo en que cada persona y cada proceso requieren de un tiempo para integrarlos y sanarlos, que no hay nada que forzar y que todo sentir está bien.

Creo que la creatividad, la inspiración, la música, la belleza y el arte verdaderamente pueden salvar el mundo y son alimentos esenciales para nutrir el alma humana.

Creo en la grandiosidad de los pequeños detalles, en el poder de lo sencillo y en la belleza de los rituales cotidianos que nos conectan con el placer, nos dan bienestar y nos llenan de gracia, haciendo nuestra vida más fácil y grata.

Creo en el poder curativo de las grandes historias y epopeyas que han movido a la humanidad desde tiempos ancestrales. Esas de transmisión oral, de libros antiguos y las escritas en los mapas del cielo. Los cuentos, parábolas, historias de fantasía, tarot, oráculos, cantares, leyendas, mitos y arquetipos son unas herramientas increíbles que nos hacen soñar, nos conectan con la magia y obran milagros en nuestra psique.

Creo absolutamente en el poder del Sol, la Luna, los planetas y todos los astros sobre todo lo que existe en la Tierra. Ellos son los verdaderos dioses desde tiempos inmemoriales en todas las religiones. Creo en su influencia puntual, precisa y matemática sobre nuestro pequeño mundo y en nuestra breve experiencia humana. Creo en aprovechar esta influencia en nuestro beneficio desde los saberes arcanos de la astrología y la alquimia, aplicados con conocimiento de causa y rigurosidad. Creo en los tiempos perfectos.

Creo que es la hora de volver al origen, a la tierra, de conectar con la naturaleza y sus ciclos y de recuperar las buenas enseñanzas de nuestros antepasados. Creo también que toca aprender de la historia y de sus errores, para que no se vuelvan a repetir y que así de verdad hayan servido para algo. Confío en que de esta manera podamos lograr dejar un buen legado a los que vienen detrás siguiendo nuestros pasos. Creo que también es hora de apostar y aprovecharnos de las nuevas tecnologías y los avances científicos, logrando llegar a tener un buen equilibrio entre ambas partes. Confío en que tengamos la sabiduría para avanzar pasos de gigante sin perder nuestra humanidad.

Creo en Las Leyes Herméticas. Que todo es vibración. Creo en el poder de la imaginación. Creo que todo tiene un propósito y una misión que cumplir. Que todo tiene su momento perfecto para manifestarse y de nada sirve forzar las cosas. Que todo nos deja una enseñanza. Creo que todo es cíclico y circular. Que lo que siembras cosechas. Que somos seres perfectos, grandes manifestadores de realidad. Que la paciencia es una gran virtud y de nada sirve querer acelerar las cosas. Todo llega a su tiempo.

Creo en el Poder del Ahora y tengo muy presentes las grandes frases «Carpe diem» y «Memento mori». Creo en vivir y disfrutar la vida que tenemos sin dejarla para después, ya es perfecta tal como es en el momento presente. Perfectamente imperfecta. La única verdad que tenemos. Creo en la fortuna de sabernos mortales y a la vez seres atemporales.

Creo en hacérnoslo fácil y no perder demasiado tiempo ni insistir allí donde no somos felices o no nos valoran. Creo en saber irnos a tiempo de allí donde nos falta luz y no florecemos. Creo en sacar grandes enseñanzas incluso de nuestros grandes dolores… y recordarlas. Creo en salir de la queja, en tomar acción y mirarte tú en vez de culpar al otro. Creo en el super poder de reescribir nuestra historia. Creo en saber aprovechar nuestro corto tiempo en la Tierra y cumplir nuestros sueños.

Tengo fé inquebrantable en la Energía, el Universo, Dios, Diosa (llámalo como quieras), todos formamos parte y somos uno con la Fuente Divina. Tu eres Dios.

Creo en el ilimitado poder de la maravillosa imaginación humana, creo firmemente en que podemos construir y manifestar la vida que queremos, que somos Dioses creadores con un potencial infinito. ¡Creer es crear!

Creo que el mayor potencial humano está en llegar a conocerse y entenderse de verdad («Conócete a ti mismo», en el Oráculo de Delfos), en lograr conectar nuestras polaridades, unir cielo y tierra para poder crear y obrar milagros desde el corazón.

Creo en el AMOR, como la mayor fuerza que mueve el mudo. En el amor propio y en los encuentros verdaderos de alma y de corazón con otros seres. Creo que el Amor es la llave que abre todas las puertas.

Creo en la maravilla de recordar que aunque a veces no lo parezca, tras la tormenta, siempre sale de nuevo el sol. De verdad.

Creo en ti.
Creo en mi.

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